El origen del grupo fue inesperado. Marsupials apareció casi sin plan, como una idea que tomó forma por sí sola y terminó generando identidad. Sofía, Paulo y Gabriel encontraron en ese nombre un espacio donde fluyen sin moldes y se permiten crear desde la intuición.
La producción del álbum se desarrolló durante un año con pausas que permitieron repensar la dirección del proyecto. Paulo lideró el trabajo musical bajo un enfoque DIY, mientras que el arte y la portada nacieron de un proceso colectivo. Esa libertad se convirtió en un sello del disco.
Las canciones recorren territorios distintos sin buscar encasillarse. El álbum se sostiene sobre bases del garage rock y el pop punk, pero se mueve hacia el midwest emo, el shoegaze y otras influencias que aparecen como parte del impulso del grupo por crear desde lo que sienten.
En el estudio también aparecieron momentos que marcaron la evolución del material. “S.I.M” fue la primera pieza compuesta, mientras que “te quiero odiar” cerró el proceso casi al final. “SIEMPRE” cambió de letra varias veces y estuvo cerca de convertirse en single, aunque la banda terminó eligiendo “S.I.M” y “FLORES”. Cada integrante tiene una favorita, lo que evidencia el carácter diverso del disco.
Para Sofía, el álbum reúne emociones vinculadas al odio en sus múltiples formas: desde el rencor que permanece hasta la rabia que cambia de dirección. También conviven matices más ligeros que evitan una mirada sombría. Entre experiencias propias y escenas imaginadas, PERO ME IMPORTAS presenta el lado más directo y libre de Marsupials. Sigue a Marsupials en Instagram, TikTok, YouTube y Spotify.
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