En un panorama donde la música alternativa peruana sigue ganando voz propia, Primal aparece como una de las propuestas más sinceras y emocionalmente viscerales de esta nueva camada. Su más reciente lanzamiento, “Te entrego mis huesos”, es una pieza que no busca complacer, sino confrontar: al oyente, a las emociones, al tabú de la muerte, al suicidio, a lo no dicho.
Fundado a fines de 2024 por el guitarrista Joaquín Calisaya, el proyecto nace desde una premisa clara: explorar los sentimientos más primitivos del ser humano y romper con los moldes sociales desde la música, el arte visual y el dolor como vehículo. Junto a él, Juan Pablo Ubillus, Franco Dongo, Elard Almonacid y Joaquín Flores completan la alineación, todos comprometidos con construir un universo sonoro que incomoda tanto como abraza.
“Te entrego mis huesos” no pretende ofrecer respuestas. Es más bien una elegía contemporánea, un retrato crudo del duelo ante la pérdida de un ser amado que eligió irse. La narrativa, íntima y devastadora, recorre el camino de quien queda: desde la aflicción hasta el intento desesperado por no seguir el mismo destino. El mensaje, sin embargo, no es pesimista: hay espacio para soltar, para sobrevivir, para entender que seguir vivo puede ser también un acto de amor y resistencia.
En lo sonoro, Primal se instala cómodamente entre las tensiones del posthardcore, lo industrial, y ciertos guiños melódicos propios de la escena emo de los 2000, con disonancias que evocan más a un grito contenido que a una canción tradicional. La producción, a cargo de Franco Dongo, y la mezcla/masterización de Jorge Mor, potencian ese universo sonoro de caos emocional y belleza rota. Las fotografías promocionales de Sasha Frisancho aportan un imaginario visual coherente con la propuesta: oscuro, sensible, real.
Este segundo single marca un paso firme hacia el primer EP del grupo, en plena producción, y que buscará posicionarlos dentro del radar alternativo peruano e internacional. Con fechas ya confirmadas en espacios emblemáticos como La Noche de Barranco y Vichama, Primal no solo lanza música, sino un manifiesto emocional que pone el dedo en las heridas de toda una generación.
“Te entrego mis huesos” es incómoda, sí. Pero también profundamente humana.
En tiempos de superficialidad emocional, esta banda no tiene miedo de mirar de frente al abismo. Y cantarle.
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