A través de una narrativa críptica y un lenguaje visual cargado de simbolismo, la artista y productora Constanza Bizraeli, presenta el videoclip de "Playa fantasma", una invitación a cuestionar las fronteras entre la realidad y la percepción, y a adentrarse en un territorio donde la autodefensa psíquica se manifiesta como una forma de resistencia ante la incertidumbre existencial.
Bizraeli, quien también ha lanzado música bajo el alias CAO en sellos como Opal Tapes y Club Chai, fue residente en la reconocida radio NTS de Londres. Se caracteriza por fusionar la experimentación rítmica cáustica de América Latina con texturas difíciles de describir con palabras, que oscilan entre la calidez tropical, la poética del ruido y ambientes industriales oscuros. Empleando sintetizadores analógicos, técnicas digitales de audio y experimentos vocales, su sonido es a la vez militante y elusivo.
El film, creado y dirigido por Constanza, nos transporta a un paisaje desértico, donde un personaje desorientado busca una playa que se ha desvanecido. Esta playa, lejos de ser un paraje físico, se revela como un lugar intangible, un espejismo que representa la esencia misma de la ilusión. La "Playa fantasma", se convierte así en un símbolo de lo intangible, de aquello que se escapa entre los dedos, pero que, paradójicamente, puede encontrarse en todas partes.
Bajo su identidad actual, Constanza Biszraeli viene dando forma a una propuesta musical en constante mutación desde el 2016, con el disco "Marginal Virgin". Desde entonces, ha creado nuevos paisajes musicales donde explora los límites del sonido y su entendimiento de la realidad. En el 2020 presentó su EP "Flash Luminiscense", seguido de singles en los que construye experiencias inmersivas que juegan con las escalas temporasles, fusionando reminisencias ancestrales con visiones particulares del futuro, consolidando con "Playa fantasma" su posición como una artista sonora e investigadora que desafía las fronteras de la percepción.
Mira el videoclip de "Playa fantasma", aquí:
La concepción y realización del film fue liderado por Bizraelli, quien no solo ideó la narrativa y el concepto, sino que también dirigió la estética general teniendo a su cargo a un pequeño pero contundente equipo. La dirección de fotografía estuvo a cargo de Johana Morales Santa Cruz, el estilismo de Marco Siuce y el arte del maquillaje de Romina Quillaos. La creación del vestuario fue un proceso colaborativo entre Marco Siuce, Wip Work in Progress, Johana Morales Santa Cruz y Constanza Bizraelli. En la fase de postproducción, Roald Aedo Marcos dio forma a la edición, Growth contribuyó con el diseño gráfico del logo y Mala Sagrada aportó su talento en el diseño de letras.
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